TENED CUIDADO DE VOSOTROS y de todo el rebaño. (Hch 20, 28) Ángel Hernández NUESTRO TEMA " Tened cuidado de vosotros y de todo el rebaño, en medio del cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio Hijo " (Hch 20, 28) Estas palabras que Pablo dirigía a los ancianos de Éfeso, las podemos aplicar también a aquellos que tienen el ministerio del pastoreo y han de cuidar "de todo el rebaño, en medio del cual les ha puesto el Espíritu Santo ". En este versículo se esconde el verdadero significado del pastoreo. Un poquito antes (v. 18-19): Vosotros sabéis cómo me he portado desde el primer día que vine a la provincia de Asia, cómo he estado entre vosotros sirviendo siempre al Señor con toda humildad. " Vosotros sabéis " (v.18), está expresando que la relación de Pablo con la comunidad de Éfeso era de transparencia, nunca de simulación o apariencia, no se ocultab...
Entradas
Mostrando las entradas de octubre, 2018
DISCERNIMIENTO
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Renovación Carismática Católica de España. Material de Formación DISCERNIMIENTO: “El don que un líder debe tener" Por Tom FORREST (Extraído de Nuevo Pentecostés, n.92) Para ser un líder ¿debe la persona tener el carisma de hacer milagros? Si hay otro en la comunidad que tiene el don de mover montañas, de hacer milagros, ¿no debe ser líder?; ¿debe ser líder el profeta, que profetiza el mensaje de Dios para el grupo? Si hay otro que sepa profetizar ¿no debe ser el líder? Con la sanación, lo mismo, y con la organización. Hay otros en la comunidad que pueden tener el talento de atender los detalles y organizar bien. El don de predicar, ¿es ese el don que te hace líder? Claro que no. Un ejemplo bien claro es Moisés. Él fue un fantástico líder, ¿no es un poco difícil guiar a un pueblo por el desierto durante cuarenta años? Pues él lo hizo, y recibiendo esta carga de parte de Dios, dijo: "Pero yo no hablo bien" y Dios le contestó: "No hay problema, ¿no tienes...
EL CORAZÓN MATERNAL DE DIOS
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
EL CORAZÓN MATERNAL DE DIOS ¿Cómo nos mira Dios? Como una madre mira a su bebé, y con un amor infinitamente mayor. "¿Acaso olvida una madre a su niño de pecho? " (Is 49,15s). Los modernos nos comunicamos a nivel de ideas; procurarnos usar expresiones gramaticalmente correctas. Los antiguos de modo más profundo, a nivel de intuición y sentimientos. Por eso usan la imagen, no el diccionario. Una palabra bíblica por amor es hen del verbo hanan . Indica la actitud de una madre que contempla extasiada a su bebé; y se inclina con todo cariño para ayudar, besar, acariciar a su criaturita. Y la recepción de esa mirada bíblicamente se expresa como encontrar gracia. El ángel dijo a María, " Has encontrado gracia ante Dios " (Lc 1,30), es como decir: ¡Con cuánto amor te está mirando Dios y se entrega a ti! ¿Sabes cómo te mira Dios a todas horas? Con el mismo gozo con que se contempla a sí mismo en su infinita belleza: en ti ve reflejada su propia imagen. Dios ...
ESPIRITU SANTO (II)
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
ORACIÓN DE ALABANZA Condición para este tipo de alabanza es dejar al principio de nuestra oración, los propios problemas. Al dejar los problemas que nos acosan al entrar en la oración, nos disponemos mucho mejor para entrar en la presencia del Señor. Es algo así como los musulmanes que para entrar en la mezquita para orar se descalzaban dejando sus babuchas en la puerta. Por eso, en los grupos de la renovación carismática la oración de petición se deja para siempre para el final. Muchas veces nos encerramos en nuestros problemas, y esto es, cómo si a una pared blanca hubiese una mancha negra y solo nos fijásemos en esa mancha; veríamos toda la pared negra. Pero si nos alejásemos un poco veríamos mejor la realidad. Y la realidad no es una inmensa mancha negra, sino una pared blanca con una mancha pequeña. Y esto es lo que hacemos en la alabanza distanciarnos de nuestros problemas, no para desentendernos de ellos, o para olvidarlos, ¡no! No se trata de eso, sino d...
EL ESPÍRITU SANTO ¿QUIÉN ES?
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
EL ESPIRITU SANTO, ¿QUIÉN ES? Por Diego JARAMILLO (Extraído de Nuevo Pentecostés, n.44-45) Renovación Carismática Católica en España ♦ Material de Formación Porque si queremos sentirnos hijos del Padre, Él es el Espíritu del Padre, puesto en nuestros corazones, que nos hace gritar "ABBA", "TÚ ERES NUESTRO PADRE"; si queremos hablar de Jesús, S. Pablo nos dice en la carta a los corintios que "nadie puede decir Jesús es el Señor si no es movido por el Espíritu Santo". Si queremos hablar de la Iglesia, Él es el alma de la Iglesia, Él hizo nacer a la Iglesia en Pentecostés. Si queremos hablar de la Virgen María, Él fue el que bendijo las entrañas de la Virgen y ¡la convirtió en la Madre del Señor Jesús! Y así, cualquier tema que nosotros tratemos de explorar, podemos hacerlo únicamente por la gracia, por el amor, por la fuerza, por la asistencia de ese Espíritu Santo de Dios, ...
PENTECOSTÉS
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Pentecostés Objetivo de la enseñanza: Vivir la experiencia de un Pentecostés de forma permanente desde la espiritualidad carismática. Motivación En la fiesta de Pentecostés se conmemora la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles, cincuenta días después de la Resurrección de Jesucristo. Es el cumplimiento de la Promesa, hecha por Jesús a sus apóstoles durante la Última Cena: "Mi Padre os dará otro Abogado, que estará con vosotros para siempre: el espíritu de Verdad" Jn 14, 16-17 PENTECOSTÉS Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. Hch 2,1-4 La promesa q...