TESTIMONIO FRUTOS SOLO DEL AMOR.
TESTIMONIO FRUTOS SOLO DEL AMOR F. Javier FERNÁNDEZ BERRUEZO Se dice en las Moradas. Teresa se encontró, como sin darse cuenta, frente al dintel de la puerta que da paso a la vista del Palacio. Y no era ella quien iba, sino que la llevaba, encontrada hacia sí, Él. Y era como una sala sin puertas ni ventanas, ni pared, ni cosa alguna que la contuviera: estaba. Tampoco la amada del Cantar de los Cantares se daba cuenta de a donde la llevaba su deseo (Ct. 6,12). La melodía la invadió toda en arrullos como de Paloma que corteja: « La santidad es el adorno de Mi casa. Ella es mía y Yo soy de Ella. Somos Uno en Ella. Nada ni nadie puede subsistir fuera de Ella », « Déjame desposarte en la alcoba del alma tuya que te di al ser creada para amarte y enamorarte a imagen y semejanza Mía. Para poder encontrarte, así, como perseguida, como buscada entre intenciones que tú no comprendías, ni podías, ni vivías, aún cuando querías y pretendías. " « Deja que te deslumbre traspasada...